domingo, 9 de noviembre de 2014

La "Gran" Revolución Cultural de Mao


En síntesis, fue una estrategia por parte de Mao para recuperar el poder político perdido tras el catastrófico resultado del “Gran Salto Adelante”, causante de hambre y muerte en todo el país. En su lucha personal en contra de los nuevos líderes: Liu Shaoqi y Deng Xiaoping, quienes se enfocaron en desarrollar un cambio económico enfocado en los modelos occidentales, Mao aprovecha su carisma y la mala memoria del pueblo, para iniciar ésta “revolución”, que lo único que tenía de cultural era el nombre. Fue un retorno al ideal romántico de la ortodoxia revolucionaria, que en su momento fue efectiva en crear un camino alejado del tradicionalismo imperial, corrupto y enviciado. Pero Mao, aunque idealista, demostró ser incapaz de gobernar de forma efectiva y de manera sistemática generó el caos y el atraso en su búsqueda por el progreso social.


"El camarada Mao Zedong es el gran marxista-leninista de la  nueva era".

Mao Zedong nace en 1893 en el seno de una familia campesina acomodada, en la provincia de Hunan. Tuvo la oportunidad de estudiar y viajar por su país en donde captó de primera mano la gran diferencia social existente entre los trabajadores y la élite, herencia del anterior régimen imperial. Influenciado por la Revolución Comunista en Rusia, Mao adapta la filosofía marxista-leninista a la realidad social, cultural y geográfica de China.


"Prepárate para el sacrificio, prepárate para la lucha, por el pueblo".

Una vez en el poder, obtenido con gran esfuerzo, en el año 1949, afianza su autoridad, reafirmando el culto a su persona, ¿por qué no?, si le ha funcionado a otros, porque no a mí. Y en efecto funciona, el pueblo lo adora, y las bases del ejército también, conformada por adolecentes muy influenciables. La élite política se encuentra maniatada por éste populismo y está subordinada a las políticas espontáneas y oportunistas de su “Gran Líder, Mao”.


El idealismo del "Gran Paso Adelante" en el que Mao insta a cualquiera
a producir bienes tecnológicos.

El primer paso a la independencia social y económica de las élites políticas, se crea tras el rotundo fracaso del “Gran Salto Adelante” que Mao había implantado como estrategia política con el fin de lograr la industrialización, aprovechando el gran capital humano existente en el país. Esta medida, aplicada a partir de 1958, no dio resultado, por la poca preparación del campesinado, congregado en comunas, obligado a producir bienes industriales y a la vez atender sus cosechas. La explotación rural, por un idealismo social, al buen estilo de la esclavitud, ya abolida, generó el agotamiento físico de los trabajadores, que aunado al clima adverso, dio como resultado una gran hambruna que le costó la vida a millones de chinos, pero halagados como estaban, por ser “considerados” partícipes de la revolución, olvidaron pronto y no sólo perdonaron a su líder, Mao, sino que buscaron a otros a quien culpar. Pero la élite política aprovechó el momento y depuso a Mao, asumiendo ellos las riendas de la nación y planteando un nuevo rumbo. Mao con más de 70 años de edad, no se va a quedar de brazos cruzados, se resiste a perder el protagonismo y aprovechando la valiosa ayuda de políticos de segunda que anhelaban cargos más representativos, contraataca con un proyecto ideológico basado en el culto a su imagen, “La Revolución Cultural”. El pueblo fiel a su carismático líder lo va a seguir a ciegas, sin analizar las fallas estructurales que éste nuevo proyecto de Mao les iba a generar y atacan todas las estructuras del poder que le son adversas, humillando a intelectuales, artistas y a cualquier persona que en alguna oportunidad pudo haber criticado a Mao, "en pensamiento, obra u omisión".


"El Ejército Popular de Liberación es la principal escuela en China para
fomentar el Maoismo".

El único objetivo de Mao era retornar al poder, a cualquier costo y se valió del adoctrinamiento de los más influenciables para lograrlo. Se difunde por todo el territorio “El Libro Rojo de Mao”, que recopilaba extractos de sus discursos más importantes y el pueblo y las bases del ejército se lo aprendieron de memoria, orgullosos de sentirse nuevamente partícipes de la revolución, ésta vez mucho más ideológica que progresista.


"Larga vida a Mao".

Mao retoma el poder y con mano de hierro se va a vengar de todos los que lo opusieron, generando una estampida de talentos, rodeándose tan sólo de oportunistas y acallando a todos los opositores. Uno de los logros que Mao había conseguido en sus primeros años de vida política fue eliminar casi totalmente el analfabetismo y ese recurso ahora lo va a utilizar a sus anchas, como sabía que no podía estar en todos lados, mal utilizó a los medios de comunicación, a los que controlaba en su totalidad y con publicidad siempre favorable a su persona y adversa a la de sus enemigos, reafirmó en el pueblo su poder, pero como “seguro mató a confianza” crea a La Guardia Roja para imponer su voluntad a través del miedo y la represión, incluso más allá de lo deseado. Pero el acoso no se restringió tan sólo a los seres humanos, también fueron víctimas las costumbres tradicionales que fueron abolidas; se quemaron libros, se destruyeron obras de arte y templos. Los estudios universitarios de ámbito humanista se prohibieron con la excusa de ser contraproducente para los ideales revolucionarios y lo único que estaba permitido eran las representaciones literarias y artísticas que exaltaran a Mao; el arte propagandístico. El pueblo ya estaba idealizado, por las buenas o por las malas, y si se daba ahora cuenta, del abuso al que estaba sometido, ya no disponía de nadie que lo pudiese ayudar. Mao volvía a ser amo absoluto hasta su muerte, acaecida en 1976, a sus 82 años.


El Guardia Rojo destruye los símbolos tradicionales y el
texto dice, "Destruye el Viejo Mundo, Construye
el Nuevo Mundo".

A diferencia del caos generado por el “Gran Salto Adelante” en que se vio afectado el campesinado, ahora con “La Revolución Cultural” las víctimas fueron los intelectuales y la clase dirigente apta que disponía el país. El atraso económico, social y cultural fue evidente, pero irrelevante, Mao retornó al poder y eso era lo único que importaba.


"El renegado traidor Liu Shaoqi, debe de ser expulsado del país".

Décadas le va a costar a China salir de éste atraso ideológico generado por la ambición desmedida de un hombre y sus partidarios. Lo que hay es que analizar si el pueblo aprendió a no ser manipulado por los intereses particulares de los individuos, ya que un pueblo ignorante, es el arma ideal del ego de sus gobernantes.


Escrito por Jorge Lucas Alvarez Girardi

 

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